Carta de ruptura para la Primavera
En otros tiempos, mi querida Primavera:
Estos últimos años han sido duros para nuestra relación. Desde que nos conocimos, hemos compartido momentos preciosos, como la floración de los cerezos de Albacete, pero ya no eres la misma estación que conocí de pequeño. Has cambiado, y por eso tengo que dejarte.
Recuerdo cuando nos conocimos. Eras una estación amable y cariñosa. Dabas el calor justo por las mañanas y noches refrescantes. ¡Qué buenos tiempos! Eras fresca y a la vez un poco caliente.
Lamentablemente, con el paso de los años, te has vuelto más como tu hermano el Verano: más insoportable. No me dejas dormir y tienes cambios de temperatura repentinos. Por la mañana hace 5º y a la hora de comer 35º. ¡Aclárate! Pensaba que nos entendíamos, pero cada vez tu comportamiento es más errático. Ya no sé si ponerme un abrigo, un chubasquero o ir a pecho descubierto.
Además, has acabado con los bichos, me encantaban los mosquitos y rascarme las picaduras.
No me hagas hablar de la lluvia, parece que quieres batir el récord de tu hermano el Verano. Te aguantas las ganas de llover durante semanas o incluso meses y luego lo sueltas todo de golpe, dejándolo todo hecho un desastre. Encima, luego te vas y me dejas el lío a mí, como siempre. Ya ni espero que cambies y tengas un horario organizado, te doy por perdida. Haz que llueva cuando quieras, a mí ya me da igual.
Como puedes ver, nuestra relación no se sostiene. Así que me has obligado a mudarme a un lugar donde no puedas encontrarme. Me voy a Canadá con tu otro hermano, el Invierno. Él nunca me ha fallado y estoy seguro de que me tratará bien.
Nos veremos cuando vaya a visitar a mis padres en vacaciones. Estoy seguro de que ahora te apalancarás con tu hermano el Verano.